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Cambiando los paradigmas de la Educación. Ken Robinson


Ken Robinson plantea diversas cuestiones que no me había planteado antes y que me han ayudado a reflexionar de forma profunda y concienciada sobre los puntos que voy a explicar en adelante.


Para empezar, advierte sobre el tipo de educación que hoy en día reciben los alumnos. A su parecer, y en mi opinión bien argumentado, el sistema se ha quedado obsoleto. Se trata de un sistema ideado en otro tiempo, para otra generación, muy distinta a la actual.


En su momento, la Revolución Industrial y la Ilustración, el sistema funcionaba, pero el primer error que Robinson encuentra es que nunca se puede estar segura de cómo va a cambiar la Economía en una semana, no digamos en varios años, y pone de ejemplo la Crisis Económica cuyas consecuencias, todavía hoy, vivimos. Y que, además todos los países buscan que este sistema educativo obsoleto integre la educación de la identidad cultural al mismo tiempo que formamos para el proceso de globalización.


¿Pero cómo podemos hacer esto con el sistema de educación actual?


Robinson es contundente en su opinión, no se puede.


El sistema actual fue concebido en un momento en el que tener un título te aseguraba un trabajo, hoy en día esa seguridad ha desaparecido. Y no solo eso, sino que hace una semejanza entre el sistema educativo y las cadenas de montaje dónde las instalaciones y materias se separan, se divide a la gente en académicos o no académicos (inteligentes o no inteligentes), se toca el timbre y lo más importante es la fecha de fabricación o de salida al mercado, la edad por la que agrupamos a los niños.


Estoy de acuerdo con Robinson; todavía mantenemos una escuela dónde lo más importante es el producto final, la nota, el resultado, y no el proceso de desarrollo y aprendizaje de nuestros alumnos. Me parece especialmente interesante la pregunta que hace Robinson a propósito de esto último ¿Porqué, y estoy parafraseando, suponemos que lo más importante que tienen los niños en común es su edad?


Y tiene razón, ¿Por qué no los agrupamos por su forma de aprender, su ritmo de aprendizaje, sus intereses o motivaciones? ¿Por qué si hemos descubierto las inteligencias múltiples, las diferencias entre los alumnos seguimos anclados en esa forma de dividirles y formarles?


Hoy, todo se centra, como dice en el vídeo, en la estandarización, currículos estandarizados, exámenes estandarizados, programas estandarizados. Como él pienso que deberíamos avanzar en la dirección opuesta, en cambiar el paradigma, en estimular ese pensamiento divergente.


Nuestra forma de enseñar no debe reducirse a que les demos y repitan, una y otra vez, la respuesta que creemos la única verdadera, sino estimularles de tal forma que no solo sean ellos quienes sean capaces de hallar la respuesta, sino que esta no sea la única respuesta posible. Debemos enseñarles que los límites no existen que solo ellos pueden decidir cuando han llegado al final de un problema.


Tratamos, como él dice, de ir al futuro trabajando con métodos del pasado, y así el avance se vuelve imposible. La educación, y con esto me refiero a todos los ámbitos, instituciones y personas que la conforman, ha de velar porque el sistema sea acorde al momento que vivimos, a la sociedad a la cual pertenecemos y a los avances de los que disfrutamos respecto a otras épocas.


Debemos eliminar esas barreras existentes entre la educación y la sociedad actual, ya que esto hace que se catalogue a los alumnos como aptos o no aptos solo atendiendo a un único factor de evaluación, el resultado o la nota final, lo que hace que los alumnos se desmotiven y muchos acaben abandonando sin llegar a conocer todas las capacidades de las que disponen y las cuales podrían hacer de ellos personas de un valor inmenso.


Vivimos en la sociedad de la información no en la industrial, ¿Por qué no aprovecharlo? ¿Por qué quejarnos de que los niños no se concentran porque se aburren cuando intentamos de llenarles de información a través de una metodología que, vemos y somos conscientes de que no funciona? ¿Por qué no cambiarla?


Debemos aprovechar los cambios, los avances, las tecnologías, la multiculturalidad, la diferencia, cambiar nuestra metodología para que los niños se sientan motivados a aprender, interesados por lo que les intentamos enseñar, en vez de desmotivarlos cuando advierten que el sistema anticuado que les proporcionamos no funciona.


Para crear personas con iniciativa propia, capaces de enfrentarse de forma creativa y motivada a los problemas que surjan en un futuro, obviamente, incierto. Personas que tengan ideas, que sean capaces de analizar la realidad en la que viven, personas con capacidad de decisión y con la seguridad suficiente para poder cambiarla.


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